Opinió

Hagamos camino hacia la erradicación de la tauromaquia en Cataluña

El 9 de mayo del año 2.017, la Mesa del Parlamento admitió a trámite la propuesta de iniciativa legislativa popular (ILP) que se presentó con el objetivo de abolir todas las modalidades de correbous que se celebran en todo el territorio catalán

El 9 de mayo del año 2.017, la Mesa del Parlamento admitió a trámite la propuesta de iniciativa legislativa popular (ILP) que se presentó con el objetivo de abolir todas las modalidades de correbous que se celebran en todo el territorio catalán. La propuesta, presentada por la Coordinadora per l’Abolició dels Correbous de Catalunya (CAC), había sido planificada para llevar a cabo la recogida de firmas durante el otoño del año 2017, pero las circunstancias políticas convulsas e inauditas que sacudieron el país propiciaron que la organización de la campaña se viera completamente modificada. Finalmente, dadas las circunstancias políticas excepcionales que todavía sacuden Cataluña, el diseño de la campaña se ha transformado y ha tomado un nuevo camino, de hecho, un atajo: en abril del año 2.018, la CAC presentó directamente una Proposición de Ley (PDL) en el Parlament con la misma finalidad, ya que ésta se ha convertido en la mejor vía política y porque la sociedad catalana ha demostrado con creces que es consciente de que las fiestas tradicionales con toros, aunque no impliquen la muerte pública de los animales, son un abuso y una forma de maltrato.

En el año 1.988, el Parlamento de Cataluña hizo historia en aprobar la primera Ley de Protección de los Animales de todo el Estado español. Era la Ley 3/1988, de 4 de marzo, de protección de los animales y las posteriores Resoluciones de 7 de junio de 1988 y de 12 de mayo de 1.989, sobre espectáculos y fiestas tradicionales con toros, para regular, entre otras cuestiones, las fiestas con toros sin muerte del animal. Esta ley significó la abolición de la muerte de los toros en plazas no fijas y en correbous. El caso más emblemático fue el de la villa de Cardona, que a pesar de cuatro años de discrepancias y desobediencia, finalmente acató la Ley de la Generalitat y erradicó la suerte de matar el toro.

En el año 2.008, el pueblo catalán demostró su capacidad de movilización de forma ejemplar y a través de la ILP Prou logró que el Parlamento aprobara la modificación legislativa que permitió la abolición de las corridas de toros (aprobada el 28 de Julio el año 2.010). Prou! fue la primera ILP de la historia de la democracia que prosperó, aun así, la sentencia del Tribunal Constitucional, derivada de un recurso de apelación presentado por el Partido Popular de Cataluña, declaró nula esta ley el octubre del año 2.016. La noticia suscitó una gran controversia, pero las corridas de toros no han vuelto a celebrarse en Cataluña y el Gobierno de la Generalitat tomó el compromiso de no permitir un paso atrás.

A pesar de la abolición de las corridas de toros y la abolición de correbous en diferentes municipios, la Ley 34/2010 de 1 de octubre permite y regula las fiestas populares tradicionales con toros. El artículo 6.1 del Decreto Legislativo 2/2008, de 15 de abril, por el que se aprobó el texto refundido de la Ley de protección de los animales, prohíbe el uso de animales en peleas y espectáculos, o en otras actividades, si pueden ocasionarles sufrimiento o pueden ser objeto de burlas o tratamientos antinaturales, sin embargo si pueden herir la sensibilidad de las personas que los contemplan. Sin embargo, el artículo 6.2 del mismo Decreto Legislativo 2/2008 excluye de esta prohibición las fiestas con toros sin muerte del animal (correbous) en las fechas y localidades donde tradicionalmente se celebran. Esta excepción conlleva una incongruencia absoluta del texto legislativo y un sector mayoritario de la sociedad catalana es perfectamente consciente de este disparate.

Aunque la mayoría de correbous se concentran en unas decenas de municipios de las Terres de l’Ebre, sobre todo en las comarcas del Baix Ebre y el Montsià, también hay correbous en la Cataluña Central (Cardona y Santpedor), en el Camp de Tarragona (El Morell y Mont-roig) y en las Comarques Gironines (Vidreres). Sin embargo, otros municipios como Roses, Badalona, Torroella de Montgrí, Olot o Vilanova i la Geltrú han eliminado estas prácticas a pesar de contar con una larga tradición.

Desde la CAC somos conscientes de que en Cataluña hay consenso social para poder abolir todas las fiestas con toros, porque la sociedad catalana ha demostrado su voluntad de progreso para construir un país mejor.

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