Opinió

Las cuentas de la lechera

Por mucho que nos quieran vender la burra, estos son los PGE más antisociales de la historia precisamente porque obvian el escenario por el que nos movemos buena parte de los ciudadanos ante los efectos devastadores de la pandemia

Despedimos un año para olvidar y damos la bienvenida a un 2021 con unos Presupuestos Generales del Estado marcados por la falta de sensibilidad ante los estragos que nos ha dejado el 2020 y los que están por venir fruto de las consecuencias sanitarias, económicas y sociales de la COVID. Tendremos vacuna, con efectos que confiamos ver más pronto que tarde, pero la crisis económica no se solucionará con un chute de oportunismo, que es lo que pretende este Gobierno con unes cuentas ficticias en cuanto a los ingresos y totalmente irresponsables en el gasto. Lejos de adecuarse a la realidad, los actuales PGE no se sostienen empíricamente. Por dar dos ejemplos clarividentes: las actuales cuentas prevén una caída del 2’5% en la adquisición de material sanitario, cuando en este 2020 se ha incrementado un 14%; asimismo, se contempla una rebaja de los ERTE en un 36% cuando seguramente habrá que prorrogarlos más allá del 31 de enero.  

Es una broma de muy mal gusto escuchar por parte del Ejecutivo que la economía española crecerá el próximo año un 9’8% i que los ingresos serán los mejores de la historia cuando en el 2020 estamos sufriendo la peor caída del PIB desde la Guerra Civil, entre un -11’2% (según datos de Moncloa) y un -12,6% (según el Banco de España y el FMI). A esto, hay que añadirle un paro desbocado donde se calcula que uno de cada cinco trabajadores -el 20% de la población activa- estará desocupado en 2021. 

Por mucho que nos quieran vender la burra, estos son los PGE más antisociales de la historia precisamente porque obvian el escenario por el que nos movemos buena parte de los ciudadanos ante los efectos devastadores de la pandemia. Autónomos, pymes, familias que viven de los sectores como la restauración y la hostelería, cultura, turismo y ocio nocturno verán con estos PGE como se les incrementan los impuestos o se crean de nuevos, a diferencia del resto de países de la zona euro donde los han suprimido o rebajado notablemente. Aquí, el Gobierno recaudará 9.000 millones vía impositiva, un hachazo indiscriminado a los bolsillos de todos los españoles.  

En cuanto a la provincia de Lleida, se prevé una inversión de 79 millones, menos del 4% del total de Catalunya. La misma cantidad se destinó en 2011 solo para el Canal Segarra-Garrigues, una cifra que suponía el 40% del total asignado en los PGE de hace una década. De esta partida, 47’8M corresponden a empresas públicas (Renfe-Adif, Acuamed y Acuaes) y el resto, 31’2M a inversiones de los ministerios que no especifican el detalle de la inversión a excepción del ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana. Lo único que nos queda claro es que se invertirán 558.000 euros en cuatro vías prioritarias. ¿Dónde van a ir a parar los más de 30 millones restantes? 

Desde el Partido Popular de Lleida hemos presentado una serie de enmiendas territoriales que no han sido incorporadas como la ejecución de las glorietas previstas en la N-240 a su paso por Juneda o la licitación para el inicio de la ampliación y mejora de la N-230 desde la boca norte del Túnel de Vielha hasta la capital de la Val d’Aran. En cuanto a infraestructuras hidráulicas proponíamos una dotación para la modernización del Canal d’Urgell y de Piñana, así como actuaciones en el embalse de Rialb. En cuanto a regadíos hay que lamentar que únicamente están presupuestados aquellos que ya estaba comprometido con los PGE del Partido Popular. Otras enmiendas se refieren a la mejora de las instalaciones de la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn; un programa de promoción de l’Escola d’Hoteleria i Turisme de Lleida; la rehabilitación de la iglesia de Sant Domènech de Cervera; o la adecuación de las instalaciones de parapente de Organyà, entre otras. 

Saldremos de la pandemia gracias a la ciencia y personal sanitario pero las políticas de Sánchez e Iglesias nos arrastrarán a una crisis económica sin parangón. Cuanto antes nos vacunemos contra ellas, antes volverán la prosperidad y el trabajo. Necesitamos todo lo contrario de lo que nos presenta este Gobierno. Hace falta más que nunca un plan nacional de reformas que refuerce la seguridad jurídica, que elimine las trabas burocráticas y cargas administrativas a nuestras empresas, y que atraiga talento e inversión.   

Muy consciente de lo que nos espera, os deseo unas Felices Fiestas y un próspero 2021. 

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